MUNDHOLISTICO

1. INTRODUCCIÓN
Como tantas cosas de la cultura, el asunto de la Educación ha experimentado una rara metamorfosis desde su origen; sería normal encontrarse con una motivación para educar al prójimo, algo así como un instinto de necesidad de un bienestar general, o algo como Si estás bien tú, entonces es posible que también lo esté Yo, o una simple convicción de que el saber nos facilita la vida diaria. Pero no, la realidad es diferente; desde cuando nos consideramos La Civilización, se ha venido filtrando a la realidad, en crescendo, una cultura educativa falaz, puesta una mascarilla coloreada de progreso. Es notoria la inexistencia de testimonios que demuestren haberse practicado efectivamente una formación legítima de las comunidades desde los comienzos de la historia conocida, que coincide con los inicios de la esclavitud del humano en Babilonia. Realmente, la historia escrita inicia antes, en el Egipto Predinástico, tanto de allí como de otras poblaciones, los grabados de aquella época en las pirámides, redescubiertos solo hasta ahora, son irrefutables indicadores de sí haberse tenido sistemas sociales ajenos a la esclavitud, disponiendo de formas culturales avanzadas, con vestigios de haber practicado una formación cultural auténtica. Pero la esclavitud sí se origina en Babilonia, siendo que la propia narrativa histórica oficial no entrega muestra alguna de haberse levantado en ese imperio algún sistema de manejo de conocimientos, aparte de los códigos legislativos. La aparición espontánea de documentos como las Tablillas Sumerias y Códigos, no es muestra de un programa de trabajo cultural sistémico, sino más bien exponen los contenidos o los relatos que quieren sean aceptados por las comunidades, imponiendo una versión de la historia. Los documentos realmente producidos por las poblaciones que ejercían resistencia al dominio, desde Babilonia hasta la época pre -clásica Griega, han sido desaparecidos intencionalmente; los petroglifos, los pergaminos, tablillas, objetos artísticos y manuscritos, evidenciando la cultura de resistencia a la invasión progresiva, han sido sacados de la escena histórica, desalojando toda evidencia de algún tipo de Formación espontánea y realmente integral de las personas, cubriendo varios milenios, ya sea de la era pre -Civilización, como de le época pre
-clásica Griega, hasta en subsiguientes periodos. Las quemas de bibliotecas son famosas, como la de Alejandría, luego por los Nazis, y ahora último en Siria e Irak, solo como algunos ejemplos. Muy a pesar de estas oscuras intenciones, algunas trazas dejadas en el periodo Clásico Griego dan sombra de Sí, haberse experimentado en los siglos anteriores, aquella Formación integrativa. No son los Clásicos, sino los Preclásicos, tanto griegos como sus comunidades precursoras, quienes en efecto disfrutaban de costumbres formativas de sus comunidades, tanto en lo físico como en lo intelectual, que tenían a lo espiritual de fundamento. Del Clásico para acá, ya no escasean las evidencias de haberse dispuesto de una Educación; sí, de Educación mas no de Formación, educación percibida en el sentido de una necesaria obligación de acomodar a las personas dentro de un orden social preestablecido, muy vinculada a la muy alagada democracia griega.
Si han empezado una amplia como versada narrativa de la historia de la humanidad concordando justo con el inicio de una nueva cultura, la grecorromana, dentro de un nuevo Orden, desde el comienzo de lo “Clásico Griego”, sin haber antecedentes documentales, queda entonces impreso el carácter de legitimidad de la nueva cultura nacida de aquel Nuevo Orden, por consiguiente, lo normal será el hacer Educación, adecuar la gente a la nueva sociedad; eso de la Formación integral no estaría al orden del día, para entonces.
Aquel Nuevo Orden cultural y social comenzado en la Grecia Clásica, extrañamente coincidiendo en el tiempo y en el espacio con el nacimiento del Imperio Romano, está ahora, en la segunda década del siglo XXI, cerrando su ciclo, llegando a su momento final. No es solamente el cultural, es el Nuevo Orden total fraguado en Roma hace 28 siglos, el que se encuentra hoy en su fase última. Están ahora en desarrollo las crisis de mayor impacto, la cultural en todos sus frentes, la económico financiera, la geopolítica, la integridad social y la étnica de Castas, sin desconocer otras también presentes. No es el fin del capitalismo, más sí empieza el declive del régimen financiero especulativo rapaz. El escenario global de gobernantes de bolcillo sosteniendo un régimen político unipolar, extra polarizado, se hunde fragmentado, prometiendo un sistema multipolar que dará espacios a la restauración de los estados nacionales, mejorando en su autonomía. Y, se perfila una reestructuración en la pirámide de las Castas dinásticas encumbradas en el poder global, saliendo del juego aquellas de mayor virulencia, pues ya no son necesarias para la dominación; esto, más una posible moderación de las principales castas, que todavía continuarán arriba.
Es conveniente dejar sentado, cuando hablamos de 28 siglos, que los textos de la historia han sido en extremo conducidos en múltiples ocasiones, a fin de acomodar la narrativa, como fuese el caso de los trescientos años adelantados en el calendario Juliano, llegando rápido al fin del primer milenio, y cumplir con el traslado de derechos de posesión sobre tierras ítalo- francesas, además de la propaganda intimidatoria inducida sobre las masas referente al final del mundo. Las dinastías controladoras han acumulado cerca de seiscientos años en su afanada labor de acortar las fechas. La historia contada es de alto contenido falseado.
Para infinidad de autores, estamos llegando al final de la historia, una abundante de conflictos y sufrimientos para la raza humana terrestre. Si en algo coinciden comunidades de diversos estratos sociales, incluyendo sectores de las Castas dominantes, es el pensar que en este punto final de época están dadas las condiciones para producirse grandes transformaciones, la sociedad lo presiente, aún las Instituciones poderosas lo repican diariamente; el mismo Vaticano propone una “Nueva Educación”, claro bajo su perspectiva e intereses. Se concretan ahora novedosas organizaciones económicas internacionales, hay una redistribución de las fuerzas productivas, reacomodo de los mercados, salen a la palestra tecnologías electrónicas aún más sofisticadas, aparecen más productos de las ciencias de los materiales. Hay asomos de realineamientos de tipo moral, así como el resurgir de valoraciones éticas que se habían perdido del escenario. En medio de todo, brotan desde todos los rincones personas contando a voces, de estar descubriendo realidades no vistas antes, ya sea en los huecos de la historia o en los vacíos del conocimiento, llegando a presumir un manejo premeditado, en modo conspirativo, sobre los destinos de la sociedad. En este reinicio, todos los que han observado bien se preparan en el puesto de largada, a arrancar en la carrera ya iniciada, con destino a una Humanidad diferente. . .
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Cómo Aprende el Humano? Cuestionando la "verdad"